TERCERA ENTREGA

 ¿Qué hallazgos existen en el desarrollo de la robótica y la vida artificial?

La robótica es una ciencia que reúne diferentes campos tecnológicos, con el principal objetivo de diseñar máquinas robotizadas capaces de realizar diferentes tareas automatizadas en función de la capacidad de su software.                                                      
 Un robot es una máquina automática programable capaz de realizar determinadas operaciones de manera autónoma y sustituir a los seres humanos en algunas tareas Los robots que conocemos hoy en día fueron desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial, debido a la creciente demanda de automatización en la industria del automóvil. Antes los robots no eran más que herramientas para la automatización, programados para realizar tareas específicas: transportar, cargar, descargar, soldar, etc. Actualmente, existen los llamados robots inteligentes, programados para la detección de cualquier alteración de su medio ambiente y para actuar en consecuencia
     En el caso de la vida artificial lo podemos entender como  el intento de imitar la inteligencia                       humana usando un robot, o un software. Pero es un concepto muy vago, porque existen muchas                ramificaciones y la VA es una ciencia nueva, cambiante y experimental. Stuart Russell y Peter                    Norvig  diferenciaron cuatro tipos en 2009. Estos fueron:

  •  Sistemas que piensan como humanos, como por ejemplo las redes neuronales artificiales.
  •  Sistemas que actúan como humanos, como los robots. 
  •  Sistemas que usan la lógica racional, como los sistemas expertos.
  •  Sistemas que actúan racionalmente, como los agentes inteligentes.

Gracias a la evolución de la vida artificial y por ende el desarrollo de la IA ahora es capaz de encontrarse en casi todos los aspectos de nuestra vida, como tener doctores robot e incluir un pequeño chip subdermico que en un futuro y gracias a ciertos programas nos identificara a cada uno de nosotros ademas de que sea capaz de guardar nuestros datos y vivencias.

La aplicación de la inteligencia artificial en la medicina, la nanomedicina, la información analizable que proporciona el genoma humano… Todo ello redundará en una medicina altamente personalizada, con más potencial de diagnóstico anticipativo.

Lo que existe. Tenemos ya los fundamentos para una revolución sin precedentes que tendrá efectos en nuestra longevidad y nuestro bienestar y calidad de vida. La medicina y la biología apoyadas por la computación, la nanotecnología y la biotecnología unen a sus posibilidades a las que proporcionan los datos que aporta la secuenciación del genoma y la identificación de las enfermedades hereditarias. La robótica interviene ya hasta en la propia cirugía. Y son muchas las pruebas y ensayos clínicos que se desarrollan ya en el ámbito de la nanomedicina, que aporta soluciones tecnológicas del tamaño de un virus.

La vida urbana va a cambiar de forma radical a lo largo de la próxima década empujada por el auge de las llamadas smart cities (ciudades inteligentes) cuya transformación se basa en el Internet de las cosas y la sensorización.
Europa está canalizando gran parte de las inversiones de fondos comunitarios hacia la implantación de tecnologías capaces de mejorar sustancialmente las ciudades en materia de medioambiente, tráfico, ahorro energético, transportes públicos, redes Wi-Fi… Ciertos países de Asia, como India o China, están diseñando ya las ciudades inteligentes del futuro, donde la vida y la actividad económica estén ligadas al Internet de las cosas, la explotación del big data y la inteligencia artificial. Los sensores, o pequeños ordenadores como los arduinos, facilitan que “las cosas” emitan información relevante que genera, de forma directa o indirecta, acciones inteligentes que influyen en nuestro bienestar.
 
Nuestra dependencia de los combustibles fósiles se está reduciendo progresivamente. Los avances tecnológicos propiciarán el aprovechamiento racional de una energía más limpia y barata. Una necesidad urgente a la que obliga el avance del cambio climático y el deterioro medioambiental de las grandes ciudades, cada vez menos habitables. Se ha progresado significativamente en energías solar, eólica, geotérmica, hídrica, solar y biomasa. En energía solar los precios de los paneles para instalar en casas o en factorías han caído un 80% desde 2008. La energía eólica ha crecido un 25% en los últimos 15 años y en algunas zonas ya es más barata que la procedente de combustibles fósiles. La biomasa proporciona el 21% de la energía que necesita la industria en Brasil. El 25% de la electricidad de Islandia se produce de fuentes geotérmicas.


BIBLOGRAFÍA 1 

BIBLOGRAFÍA 2  

BIBLIOGRAFÍA 3



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